lunes, 4 de mayo de 2015

TIPOS DE EVALUACIÓN


Una evaluación integral para el
diagnóstico de la depresión en el niño o adolescente debe centrarse en el
estudio de su conducta en los diversos círculos de interacción de éste, como la
familia, la escuela y los amigos, principalmente,  a efecto de determinar su situación dentro de
éstos a través del análisis en  la
expresión de sus emociones, su habilidad para relacionarse, para enfrentar y
resolver problemas, la manifestación de sus procesos cognoscitivos; todo ello,
sin pasar por alto la indispensable exploración pormenorizada que debe
realizarse respecto del menor para obtener información relativa a su edad, su
estado de desarrollo físico, su alimentación, sus periodos de descanso, la
exploración de sus sentimientos, su autoestima, su interés por la escuela, sus
problemas de aprendizaje, su reacción senso-motora a los estímulos del
exterior, sus pasatiempos y actividades favoritas, su actitud hacia sus padres,
maestros, hermanos, vecinos, amigos, compañeros y demás miembros de sus
círculos sociales más cercanos.
Por tal virtud, tenemos métodos
de estudio mediante los cuales es posible llevar a cabo la evaluación del
paciente,  como son cuestionarios,
inventarios, entrevistas y métodos análogos, siendo los más comunes y efectivos
los tres primeros. En ese sentido, existen varias pruebas para determinar la
confirmación del diagnóstico de depresión en niños y adolescentes, como son la
prueba de Beck, la prueba de Cautela y Upper, la prueba de Sherer y Adams, Lazarus,
entre las más comunes.
El modelo de Beck se encuentra
relacionado con la visión negativa que el menor tiene de sí mismo,  pues en ningún momento muestra interés por
hacer valer sus propios pensamientos y emociones, ya que le es común e
intrascendente la comisión de errores de su parte.
Así pues, cualquiera que sea la
prueba practicada, es menester dar particular importancia al proceso de
evaluación del paciente, pues ésta constituye el paso previo para otorgar un
adecuado tratamiento a los problemas conductuales presentados y de igual
manera, es igualmente importante su realización en forma posterior al
tratamiento recibido, con el objetivo de medir en bases cuantificables el grado
de avance y resultados en la terapia del paciente, aunado a que, las pruebas
antes mencionadas, constituyen un poderoso medio de obtención de información
acerca de la realidad sintomática del paciente, que nos permitirán observar y
medir los parámetros de normalidad o anormalidad que refieran índices de
depresión a través del comportamiento del individuo en cada uno de los ejes
sometidos a estudio.

Zarate Jr, CA and Tohen M. Epidemiology of
Mood Disorders throughout the Life Cycle., en Mood Disorders Across the Life
Span. Shulman, Tohen and Kutcher. Wiley-Liss, Inc. New York. 1996.
Carlson GA, Kashani, JH. Phenomenology of
major depression from childhood through adulthood; Analysis of three studies.
Am.J.Psychiat. 1988; 145: 1222-1225.
Angold A, Costello EJ. Depressive
comorbidity in children and adolescents: empirical, theoretical, and
methodological issues. Am.J.Psychiat. 1993; 150:1779-1791.
Bird HR, Gould MS, Staghezza BM. Patterns
of diagnostic comorbidity in a community sample of children aged 9 through 16
years.
J.Am.Acad
child Adolesc Psychiat. 1993; 32(2):361-368.
Lara Tapia
H. Psicopatología en niños con problemas de aprendizaje y conducta. U.A.E.M..
Toluca, Méx. Serie Cuadernos de Investigación Nº 16.
1986.

6. Fleming JE, Offord DR. Epidemiology of childhood depressive disorders: A
critical review. J. Acad. Child. Adolesc. Psychiat. 1990; 29:571-580.



7. Malmquist CP. Major depression in childhood: why don’t we know more? Amer. J. Orthopsychiat. 
1983; 53(2): 262-268. 































Psicología de la Salud Psi. Online: TIPOS DE EVALUACIÓNUna evaluación integral para...



ETIOLOGÍA DE LA DEPRESIÓN
 
  La depresión es generalmente desencadenada por  sucesos exteriores. Se sabe, sin embrago, que no existe un factor único responsable de la aparición de la depresión, sino que la enfermedad es el resultado de la conjunción de varias causas.

 Los factores biológicos.
   El enfermo depresivo presenta un desequilibrio químico a nivel cerebral, particularmente una baja en la eficacia de algunos neurotransmisores (serotonina, noradrenalina, dopamina). Debido a que el cerebro es el centro que controla todo el cuerpo, y que es también el responsable de las emociones, la memoria y el pensamiento, esta perturbación química lleva progresivamente a un desajuste importante del humor y de las funciones intelectuales y físicas.
  Así pues, la depresión se define como un desequilibrio en el corazón del sistema cerebral. El funcionamiento de algunos neurotransmisores, moléculas la información de una neurona a otra, se altera. Se ha identificado, en el cuadro depresivo, una disfunción en los siguientes neurotransmisores:
·         La serotonina, cuya función es regular el sueño, el apetito y el humor;
·         La norepinefrina (o noradrenalina), que regula también el sueño pero además la atención;
·         La dopamina, responsable de la regulación del humor y de la motivación.
  Un pequeño desequilibrio en el funcionamiento de estos neurotransmisores en suficiente para que los síntomas de la depresión aparezcan. Recientes investigaciones han demostrado que las alteraciones en el sistema de la neurotransmisión podrían estar en relación con el hipocampo, una estructura cerebral situada cerca de la corteza, que también está implicada en la enfermedad maniaco-depresiva.
  El desequilibrio hormonal también es un factor interno que desencadena la depresión, particularmente la depresión post parto. El nivel insuficiente de occitoxina, hormona secretada por la hipófisis (glándula endócrina cerebral), liberada durante la lactancia, explica en buena medida esta forma de depresión.
 Por otra parte, el mal funcionamiento del cortisol aumenta el índice de glucocorticoides, lo que desequilibra y bloquea los neurotransmisores localizados en el hipocampo; aparecen entonces las alteraciones del humor.
  No hay que olvidar el disfuncionamiento de la tiroides. Cuando esta glándula, cuyas hormonas juegan un papel muy importante en las funciones orgánicas, no trabaja a su nivel normal aparece el hipotiroidismo, que provoca que el organismo se vuelva lento en sus funciones generales generando cansancio y aumento de peso, condiciones que pueden contribuir a la aparición de la depresión.
  Otro factor de riesgo es la apnea del sueño, ya que esta condición no permite un descanso profundo, por una mala respiración, y porque implica un riesgo cardiovascular, lo que desencadena una alteración en el humor y una alta probabilidad de que la depresión aparezca.


Los factores genéticos.
  Las personas con antecedentes familiares de depresión son más susceptibles de padecerla que aquéllos que nos los tengan. Numerosas investigaciones han intentado identificar y aislar el gen de la depresión. Actualmente se cree que son varios los genes que pueden tener una influencia importante para que la enfermedad aparezca. De manera general, los genes implicados no necesariamente provocarían la depresión, pero sí transmitirían la predisposición a la enfermedad.
  En el caso de niños adoptados por padres no depresivos, pero cuyos padres biológicos sí padecieron la enfermedad (al menos uno de ellos), el riesgo de sufrir la enfermedad es muy pequeño, pero existe.
Los gemelos idénticos (que poseen exactamente los mismos genes) las posibilidades de que uno viva una depresión, si el otro la ha sufrido, aumentan considerablemente.

Los factores ligados al medio social y familiar.
  El trabajo excesivo, la soledad, situaciones difíciles o traumáticas (problemas financieros o profesionales) pueden favorecer la aparición de la depresión. Muy frecuentemente, después de la pérdida de un ser querido, durante un duelo, una separación, la partida de un hijo del hogar,  conductas depresivas pueden ir apareciendo. Puede presentarse también por pérdida de autonomía (total o parcial), pérdida de la juventud o de un estatus social, entre otros.
  Se estima que aproximadamente la mitad de las depresiones en el mundo se deben a situaciones relacionadas con el estrés; además, varios estudios demuestran que niños y jóvenes que están sometidos a un estrés fuerte y constante son susceptibles de convertirse en adultos depresivos. Cuando nos damos cuenta de los efectos nefastos que provoca la activación  crónica del eje del estrés en la neurogénesis, entonces no es sorprendente saber que la inhibición de la acción sea capaz de predisponer seriamente a la depresión.

Los factores tóxicos.
  El consumo regular de alcohol y otros productos tóxicos puede favorecer la aparición de la depresión, ya sea en el momento mismo del consumo o durante los períodos de no consumo.
  El abuso y la dependencia del alcohol y otras drogas pueden ser una consecuencia del fracaso escolar, de la falta de una red de apoyo familiar, de reglas y de disciplina en el entorno familiar, y por lo tanto responsables de la aparición de los primeros síntomas de depresión en la adolescencia.
  De acuerdo con recientes investigaciones, existe una asociación transversal entre el uso de sustancias y la depresión, aunque no existen suficientes estudios al respecto

Los factores psicológicos.
  Los rasgos del carácter y la personalidad tales como falta de confianza en sí mismo, dependencia excesiva en los demás, del mismo modo,  algunas alteraciones psiquiátricas como la ansiedad crónica pueden ser también responsables de que una persona padezca depresión.  Las personas que sufren constantes dificultades en sus relaciones tiene problemas de comunicación corren el riesgo de vivir episodios depresivos; asimismo,  la ausencia de una relación sólida, estrecha y de confianza, ya sea amorosa o de amistad, puede aumentar aún más este riesgo, ya que la falta de una red de apoyo es indispensable para el equilibrio emocional de las personas.




EPIDEMIOLOGÍA DE LA DEPRESIÓN EN MÉXICO

  En nuestro país se han llevado a cabo múltiples investigaciones para detectar la prevalencia e incidencia de la depresión en la población.  Debido a que los trastornos mentales tienen un fuerte impacto tanto a nivel individual como colectivo, la Secretaría de Salud Pública de México ha publicado los resultados que dichas investigaciones han arrojado.
  Se calcula que mas del 20% de la población sufrirá algún trastorno de tipo afectivo que requiera de algún tratamiento médico o psicológico. El Informe Mundial sobre la Salud de 2001 indicó que la prevalencia puntual de depresión en el mundo, tratándose de varones, fue del 1.9% y de 3.2% en las mujeres.
  La depresión no solamente genera discapacidad sino que está íntimamente ligada a la estigmatización que lleva  a la discriminación de los enfermos y de sus familias. Debido a ello, y con las evidencias disponibles, se puede afirmar que una escasa proporción de personas acude a los servicios de salud, en cambio, prefiere solicitar la ayuda de familiares o amigos cercanos
  En México, los trastornos neuropsiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad, que considera indicadores de muerte prematura y períodos de incapacidad. De acuerdo con la Secretaría de Salud Pública, cuatro de las diez enfermedades más discapacitantes son de orden neuropsiquiátrico: esquizofrenia, depresión, trastorno obsesivo compulsivo y alcoholismo.
  Las diferencias entre hombres y mujeres con relación a la prevalencia de depresión, de acuerdo con investigaciones llevadas a cabo en 2002 por la Secretaría de Salud Pública, se mantiene de manera consistente, independientemente de la edad, aunque  se ha observado que aumenta con la edad en ambos sexos. En el caso de las mujeres, el porcentaje es de 4%  en las menores de 40 años y de 9.5% en aquéllas mayores a los 60 años. Por su parte, los hombres tuvieron una prevalencia de depresión del 1.6 % entre los menores de 40 años y del 5% en los adultos mayores de 60 años.
  La prevalencia de depresión en México se ve afectada por el tamaño de la comunidad en que se vive:
Prevalencia de episodios depresivos en México en personas mayores de 18 años, según el tamaño de localidad de residencia.


Mujeres
Hombres
Rural*
5%
3.5%
Urbano+
6%
2.9%
Área Metropolitana·
5,7%
1.9%

* menores de 2 500 habitantes
+ entre 2 500 y 100 000 habitantes
· más de 100 000 habitantes

Prevalencia de depresión según la entidad federativa de l país.

Entidad Federativa
Mujeres
Hombres

Jalisco
8.2%
5%

Veracruz

4,6%

Tabasco

4.5%

Nayarit

Menos de 1%

Nuevo León

Menos de 1%

Hidalgo
9.9%


Sonora
2.8%


Campeche
2.9%


Estado de México
8.1%





  Se observó también que conforme se aumenta el nivel de escolaridad, disminuye la prevalencia de depresión. Para ambos sexos los resultados fueron los siguientes: entre las personas sin educación formal, la prevalencia fue del  8%, y disminuyo hasta el 2.1% entre aquellas personas con educación superior o mayor.

Estrategias y programas de intervención en la depresión adolescente.


La depresión en la adolescencia suele ser un poco encubierta por los cambios de humor propios de esa edad, por lo que debe ser analizada cuidadosamente la “patología” ya que de no ser tratada oportunamente  puede afectar significativamente la siguiente etapa de vida desde el perfil profesional, afectivo y la proyección de los años siguientes (Nardi, 2004).

En su tratamiento es básico considerar tanto la intensidad del trastorno como los niveles de déficits e inadecuación en los aspectos evaluados que se consideran asociados a la depresión padecida. Para saber que tratamiento se aplicará primero se deben conocer los aspectos que generan mayor interferencia o malestar psicológico (García & Rodríguez, 1998).

Algunos de los enfoques tradicionales para la depresión en adolescentes resultan insatisfactorios tanto en el plano nosológico como en el terapéutico pues no están correctamente calibrados para la dinámica evolutiva compleja típica que presenta el sujeto. Además este padecimiento se caracteriza por una gran variabilidad clínica y su respuesta a los tratamientos psicofarmacológicos no es satisfactoria tampoco.  Tomando en cuenta estas consideraciones y una revisión comparativa de estudios recientes, se evidencia que los protocolos de intervención  que resultan más eficaces son los de terapias cognitivas únicamente, o apoyadas en farmacoterapia específica. En base a lo anterior, es recomendado el uso de un enfoque cognitivo de tipo procesal sistémico para diagnosticar y tratar la depresión adolescente, pues éste permite una lectura de los problemas psico-comportamentales en el terreno de específicas organizaciones de significado personal, mostrando los peculiares estilos cognitivos y emocionales estructurados y definidos en cada individuo durante la etapa adolescente a través de modalidades subjetivas de asimilación de la experiencia a partir de la relación de apego determinando el incremento progresivo de la complejidad interna (Nardi, 2004).

Por lo anterior, la psicoterapia cognitiva sistémico procesal permite un acercamiento útil  a la depresión adolescente cuando se tiene en cuenta para ello la específica organización del significado personal pues ahí se gestionan los patrones de negatividad. A través de ella las experiencias  en el pasado, presente y futuro vividas bajo el perfil emocional se pueden entender desde diversos ángulos y a través de nuevos instrumentos cognoscitivos con una mayor y dúctil focalización del mundo interno y externo logrando liberar recursos y potencialidades que la depresión había bloqueado y reprimido. Así la psicoterapia  puede resolver el trastorno del humor en forma de un proceso madurativo ayudando a obtener una nueva visión de la realidad (Nardi, 2004).

Es importante señalar que la depresión es una condición cuyos resultados dependen  de la alianza tanto del paciente como del profesionista o equipo de salud comprometido con el tratamiento, donde no sólo basta un adecuado diagnóstico y tratamiento, también son de importancia los factores exógenos que intervienen en la evolución del estado depresivo. Según estudios realizados se ha visto que es más importante la frecuencia y variedad en la interacción con el equipo de salud para el beneficio del paciente y los aspectos de finalidad y duración de dichas visitas no son tan relevantes (Berbesi, Segura & Torres, 2010).

En las últimas décadas se han presentado cambios en los entornos sociales, económicos y políticos lo que trae como consecuencia un impacto en el ámbito de la salud mental. Debido a ello se vuelve indispensable analizar la efectividad y eficacia de los servicios y modelos de intervención. Se deben desarrollar modelos tanto de prevención como de tratamiento en base a la población a la cual se aplicarán, y adaptar y evaluar los ya establecidos en su caso. Los modelos que se desarrollen deben tener en cuenta las características sociales y culturales de la sociedad a la que van dirigidos para que su intervención sea de eficacia.  

Cuando se habla de modelos de intervención en la depresión en los adolescentes, es importante tomar en cuenta los antecedentes que se tienen de los factores que evitan las influencias negativas (factores protectores),  uno de carácter individual, muy importante es la autoestima; es importante que en las intervenciones dirigidas a los adolescentes se acentúe la importancia de proveer o reforzar este factor, pudiendo hacerlo a través de programas que se enfoquen a mejorar la autoestima y la autoeficacia, puede optarse por un modelo de intervención psicoeducativo. También los resultados de variados estudios han demostrado que  las intervenciones psicosociales de tipo cognitivo-conductual son eficaces en la disminución de la sintomatología depresiva en adolescentes (Vera, Roselló & Toro-Alfonso).

Es un desafío para la investigación  identificar los factores de mayor relevancia para desarrollar  las formas de intervención, está en continuo trabajo para poder alcanzar la meta: La mayor eficacia en las intervenciones.

 

Clasificación de los trastornos depresivos según el DSM-V

En la preesente entrada se dará una exposión breve al criterio de clasificación contenida en el DSM-V, junto a ésta exposición se dará tambien una explicación de los trastornos depresivos haciendo uso tambíen de la Guía de consulta DSM-V.


En base a la clasificación del DSM-V podemos tenemos la siguiente clasificación con sus respectivos códigos, a continuación se dará una explicación breve a cada uno de los trastornos y de los especificadores: 

296.99 (F34.8).Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo:
            Se caracteriza por el ingreso a estado de cólera recurrente de manera desmedida según la situación; éste acceso a la cólera puede darse durante tres o más veces por semana. El estado de ánimo entre los accesos de cólera es irritable o irascible.
            Cabe mencionar que el DSM-V indica que no se debe hacer el primer diagnóstico antes de los 6 años o después de los 18 años.

___.__(___.__).       Trastorno de depresión mayor
            Éste trastorno es característico por un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, casi todos los días. Subjetivamente el individuo tiene sentimientos de “tristeza”, de “vacío” o "desesperanza”. En cuanto a los niños y adolescentes puede presentarse un ánimo de irritabilidad.
            Es presente la poca importancia por actividades ya sea de interés o de placer del individuo.
Fisiológicamente hay una pérdida de peso observable. En niño el desarrollo puede verse afectado, pues al prestarse una depresión mayor, hay un fracaso para el aumento de peso. El sujeto presentará una falta de sueño, fatiga o pérdida de energía.
Socialmente se verá deteriorado en sus relaciones personales, laborales u otras áreas de interés.
___.__(___.__).                               Episodio único
296.21 (F32.0)                                             Leve

296.22 (F32.1)                                             Moderado

296.23 (F32.2)                                             Grave

296.24 (F32.3)                                             Con características psicóticas

296.25 (F32.4)                                             En remisión parcial

296.26 (F32.5)                                            En remisión total

296.20 (F32.9)                                             No especificado
___.__ (___.__).                              Episodio recurrente
296.31 (F33.0).                                            Leve

296.32 (F33.1).                                            Moderado

296.33 (F33.2).                                            Grave

296.34 (F33.3).                                            Con características psicóticas

296.35 (F33.41).                                         En remisión parcial

296.36 (F33.42).                                         En remisión total

296.30 (F33.9).                                            No especificado
Se especifica con la siguiente lista:
            Con ansiedad
            Con características mixtas
            Con características melancólicas.
            Con características atípicas

            Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo.

            Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo

            Con catatonía

            Con inicio en el periparto.

            Con patrón estacional.

300.4 (F34.1). Trastorno depresivo persistente (distimia)
            El trastorno depresivo persistente o distimia es un trastorno en el cual el ánimo del individuo es deprimido en su mayor parte del día, siendo mayor los días con el cuadro depresivo que aquellos días en los que no, se toma en consideración estos síntomas durante un mínimo de dos años.
            Este trastorno puede afectar a niños y adolescentes de manera en que su estado de ánimo se encuentra irritable y la duración a considerar es de un año cuando mínimo.
            Es presente también la falta de aptito del sujeto, falta de sueño o la hipersomnia, falta de energía, autoestima baja, dificultad para la toma de decisiones debido también a la dificultad de concentración, y es recurrente también en los individuos el sentimiento de desesperanza.

            Se especifica con la siguiente lista:
  • Con ansiedad
  • Con características mixtas
  • Con características melancólicas.
  • Con características atípicas
  • Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo.
  • Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo
  • Con catatonía
  • Con inicio en el periparto.
            Especificación según el estado de remisión:
  • En remisión parcial
  • En remisión total
            Especificación según el inicio:
  • Temprano (antes de los 21 años)
  • Tardío (después de los 21 años)
Especificación según el cumplimiento de los criterios de un episodio en los últimos dos años:
  • Con síndrome distímico puro
  • Con episodio de depresión mayor persistente
  • Con episodios intermitentes de depresión mayor, con episodio actual.
  • Con episodios intermitentes de depresión mayor, sin episodio actual.
            Especificación según gravedad:
  • Leve
  • Moderado
  • Grave
625.4 (N94.3). Trastorno disfórico premenstrual
            Éste trastorno es presente en el la mayoría de los ciclos menstruales. El DMV-V indica para que se considere como trastorno disfórico premenstrual se debe de cumplir al menos 5 síntomas durante la última semana antes del inicio de la menstruación.
  1. Cambios de humor 
  2. Irritabilidad intensa que ocasiona conflictos interpersonales. 
  3. Estado de ánimo deprimido con sentimientos de desesperanza y autodesprecio
  4. Sensación de ansiedad, tensión y/o excitación o nerviosismo. 
  5. Falta de interés por las actividades regulares. 
  6. Falta de concentración 
  7. Falta de energía.  
  8. Insomnio o Hipersomnia 
  9. Sentimiento de agobio 
  10. Dolores físicos, con sentimientos de hinchazón o de aumento de peso.

___.__ (___.__). Trastorno depresivo inducido por sustancias
            Éste trastorno se hace presente por la ingesta de sustancias y se caracteriza por: 1) alteración de la conducta normal, presentando un estado de ánimo deprimido, 2) con una notable falta de interés por actividades regulares o placenteras. En el DSM-V se clasifica éste estado depresivo según la sustancia ingerida y la gravedad del trastorno de consumo:
A continuación, la clave CIE-9-MC y CIE-10-MC para la correlación de sustancia y gravedad del trastorno de consumo:
Sustancia
CIE-9-MC
Con trastorno por consumo leve
Con trastorno por consumo moderado o grave
Sin trastorno por consumo
Alcohol
291.89
F10.14
F10.24
F10.94
Fenciclidina
292.84
F16.14
F16.24
F16.94
Otro alucinógeno
292.84
F16.14
F16.24
F16.94
Inhalante
292.84
F18.14
F18.24
F18.94
Opiáceo
292.84
F11.14
F11.24
F11.94
Sedante, hipnótico
o ansiolítico
292.84
F13.14
F13.24
F13.94
Anfetamina (u otro
estimulante)
292.84
F15.14
F15.24
F15.94
Cocaína
292.84
F14.14
F14.24
F14.94
Otra sustancia (o
sustancia desconocida)
292.84
F19.14
F19.24
F19.94
            La especificación del trastorno depresivo inducido por sustancias, se tiene que especificar según los criterios y el momento en el cual se inician los síntomas:
                        Con inicio durante la intoxicación
                        Con inicio durante la abstinencia.
293.83 (___.__). Trastorno depresivo debido a otra afección médica        
            La alteración no se explica mejor por algún padecimiento o trastorno mental. A continuación se muestran las características de este trastorno:
            (F06.31).                   Con características depresivas
            (F06.32).                   Con episodio de tipo de depresión mayor
            (F06.34).                   Con características mixtas

311      (F32.8).Otro trastorno depresivo especificado
            En esta categoría son incluidas las situaciones en las cuales los síntomas no que presenta el individuo no cumplen con todos los criterios descriptivos de los trastornos antes comentados. Sin embargo sigue teniendo alguno (no todos) los síntomas de algún trastorno depresivo.

311      (F32.9).Trastorno depresivo no especificado
            Se hace uso de esta categorización cuando el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios descriptivos de los trastornos antes mencionados. Posiblemente por falta de información para hacer un diagnóstico más certero.

 
A continuación una breve explicación de los especificadores:

Al presentarse algunos de los antes mencionados trastornos depresivos, a éstos pueden agregarse algunas características llamadas “especificadores”, como bien hemos observado en la tabla de clasificación anterior. A continuación, tenemos una lista y una explicación breve de cada una de ellas:

Con ansiedad:
Durante un episodio de depresión mayor o distimia podemos encontrar la presencia de ansiedad, que como lo define la DSM-V, es la presencia de dos o más de los siguientes síntomas:
            Nerviosismo o tensión
            Inquietud poco habitual
            Falta de concentración por preocupaciones
            Temor a una que acontezca algo terrible
            Temor a perder el control de sí
Según el criterio de aparición de un trastorno depresivo con ansiedad puede ser ya sea:
            Leve: dos síntomas
            Moderado: Tres síntomas
            Moderado-grave: Cuatro o Cinco síntomas.
            Grave: cuatro o cinco y presencia de agitación motora.
Con características mixtas:
a) También pueden ser presentes síntomas maníacos/hipomaníacos, y se considerarían como depresión con características mixtas si está presente casi todos los días durante un episodio de depresión mayor:



  • Estado de ánimo elevado, expansivo.
  • Aumento de autoestima y sentimiento de grandeza.
  • Hablador con presión en mantener la conversación.
  • Fuga de ideas y percepción subjetiva de que los pensamientos se mueven en gran       velocidad.  
  • Aumento de energía focalizado a un objetivo (ya sea social, sexual, laboral) 
  • Realización de actividades con potencial de ser “dolorosas” o contraproducentes (juergas, indiscreción sexual, compras desenfrenadas, etc.)
  • Disminución de la necesidad de sueño

b) Los síntomas mixtos son observables por personas y representan un cambio del comportamiento habitual.
c) En sujetos que cumplan los criterios de manía o hipomanía, el diagnostico será trastorno bipolar I o bipolar II.
d) Los síntomas mixtos no pueden ser atribuidos a la ingesta de sustancias (drogas, medicamentos o tratamiento)

Con características melancólicas
A) si se encuentra una de las características durante el periodo más grave del actual episodio:
            1) Pérdida de placer en todas o casi todas de las actividades
            2) Falta de reacción a estímulos generalmente placenteros.
B) Presentes tres (o más) de las siguientes características:
            1) Estado de ánimo vacío.
            2) Depresión que empeora por las mañanas.
            3) Despertar al menos 2 horas antes del horario habitual
            4) Agitación notable o retraso psicomotor.
            5) Anorexia o pérdida de peso
            6) Culpa excesiva o impropia.

Con características atípicas:
            Es presente este especificador cuando las características predominan durante la mayoría de los días del episodio de depresión mayor o trastorno depresivo persistente:
            a) Reactivad del estado de ánimo
            b) Dos (o más) de las siguientes características siguientes:
                        1) Aumento de peso y apetito
                        2) Hipersomnia
                        3) Parálisis plúmbea
                        4) Sensibilidad prolongada de rechazo interpersonal.
c) los criterios no se cumplen para “con características melancólicas o catatonía” durante el mismo episodio.
Con características psicóticas:
            Son presencias de delirios y/o alucinaciones; de estas tenemos la siguiente subcategorías:
                        Con características psicóticas congruentes con el estado de animo
                        Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo.
Con catatonía:
Éste especificador se puede aplicar a un episodio de depresión si existen durante la mayor parte del episodio (depresivo).

Con inicio de Periparto:
Puede este especificador aplicarse al episodio actual si el inicio de los síntomas del estado de ánimo se inicia durante el embarazo o las cuatro semanas después del parto.

Con patrón estacional:
Éste especificador es aplicado en trastorno de depresión mayor recurrente. Las características son las siguientes:
a) Una relación temporal entre los episodios de depresión mayor con un momento del año en particular.
            b) Remociones totales (o un cambio de depresión mayor a manía o hipomanía)
c) En los últimos dos años han sucedido dos episodios de depresión mayor que esclarecen la relación estacional.
d) El número de episodios de depresiones mayores estacionales supera a los episodios de depresión mayor no estacional.

Bibliografía:

American Psychiatric Association. (2013). Guía de consulta de los criterios de diagnóstico del DSM-5 (Ricardo Restrepo, trad). Washington, DC: