Una evaluación integral para el
diagnóstico de la depresión en el niño o adolescente debe centrarse en el
estudio de su conducta en los diversos círculos de interacción de éste, como la
familia, la escuela y los amigos, principalmente, a efecto de determinar su situación dentro de
éstos a través del análisis en la
expresión de sus emociones, su habilidad para relacionarse, para enfrentar y
resolver problemas, la manifestación de sus procesos cognoscitivos; todo ello,
sin pasar por alto la indispensable exploración pormenorizada que debe
realizarse respecto del menor para obtener información relativa a su edad, su
estado de desarrollo físico, su alimentación, sus periodos de descanso, la
exploración de sus sentimientos, su autoestima, su interés por la escuela, sus
problemas de aprendizaje, su reacción senso-motora a los estímulos del
exterior, sus pasatiempos y actividades favoritas, su actitud hacia sus padres,
maestros, hermanos, vecinos, amigos, compañeros y demás miembros de sus
círculos sociales más cercanos.
diagnóstico de la depresión en el niño o adolescente debe centrarse en el
estudio de su conducta en los diversos círculos de interacción de éste, como la
familia, la escuela y los amigos, principalmente, a efecto de determinar su situación dentro de
éstos a través del análisis en la
expresión de sus emociones, su habilidad para relacionarse, para enfrentar y
resolver problemas, la manifestación de sus procesos cognoscitivos; todo ello,
sin pasar por alto la indispensable exploración pormenorizada que debe
realizarse respecto del menor para obtener información relativa a su edad, su
estado de desarrollo físico, su alimentación, sus periodos de descanso, la
exploración de sus sentimientos, su autoestima, su interés por la escuela, sus
problemas de aprendizaje, su reacción senso-motora a los estímulos del
exterior, sus pasatiempos y actividades favoritas, su actitud hacia sus padres,
maestros, hermanos, vecinos, amigos, compañeros y demás miembros de sus
círculos sociales más cercanos.
Por tal virtud, tenemos métodos
de estudio mediante los cuales es posible llevar a cabo la evaluación del
paciente, como son cuestionarios,
inventarios, entrevistas y métodos análogos, siendo los más comunes y efectivos
los tres primeros. En ese sentido, existen varias pruebas para determinar la
confirmación del diagnóstico de depresión en niños y adolescentes, como son la
prueba de Beck, la prueba de Cautela y Upper, la prueba de Sherer y Adams, Lazarus,
entre las más comunes.
de estudio mediante los cuales es posible llevar a cabo la evaluación del
paciente, como son cuestionarios,
inventarios, entrevistas y métodos análogos, siendo los más comunes y efectivos
los tres primeros. En ese sentido, existen varias pruebas para determinar la
confirmación del diagnóstico de depresión en niños y adolescentes, como son la
prueba de Beck, la prueba de Cautela y Upper, la prueba de Sherer y Adams, Lazarus,
entre las más comunes.
El modelo de Beck se encuentra
relacionado con la visión negativa que el menor tiene de sí mismo, pues en ningún momento muestra interés por
hacer valer sus propios pensamientos y emociones, ya que le es común e
intrascendente la comisión de errores de su parte.
relacionado con la visión negativa que el menor tiene de sí mismo, pues en ningún momento muestra interés por
hacer valer sus propios pensamientos y emociones, ya que le es común e
intrascendente la comisión de errores de su parte.
Así pues, cualquiera que sea la
prueba practicada, es menester dar particular importancia al proceso de
evaluación del paciente, pues ésta constituye el paso previo para otorgar un
adecuado tratamiento a los problemas conductuales presentados y de igual
manera, es igualmente importante su realización en forma posterior al
tratamiento recibido, con el objetivo de medir en bases cuantificables el grado
de avance y resultados en la terapia del paciente, aunado a que, las pruebas
antes mencionadas, constituyen un poderoso medio de obtención de información
acerca de la realidad sintomática del paciente, que nos permitirán observar y
medir los parámetros de normalidad o anormalidad que refieran índices de
depresión a través del comportamiento del individuo en cada uno de los ejes
sometidos a estudio.
prueba practicada, es menester dar particular importancia al proceso de
evaluación del paciente, pues ésta constituye el paso previo para otorgar un
adecuado tratamiento a los problemas conductuales presentados y de igual
manera, es igualmente importante su realización en forma posterior al
tratamiento recibido, con el objetivo de medir en bases cuantificables el grado
de avance y resultados en la terapia del paciente, aunado a que, las pruebas
antes mencionadas, constituyen un poderoso medio de obtención de información
acerca de la realidad sintomática del paciente, que nos permitirán observar y
medir los parámetros de normalidad o anormalidad que refieran índices de
depresión a través del comportamiento del individuo en cada uno de los ejes
sometidos a estudio.
Zarate Jr, CA and Tohen M. Epidemiology of
Mood Disorders throughout the Life Cycle., en Mood Disorders Across the Life
Span. Shulman, Tohen and Kutcher. Wiley-Liss, Inc. New York. 1996.
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Carlson GA, Kashani, JH. Phenomenology of
major depression from childhood through adulthood; Analysis of three studies.
Am.J.Psychiat. 1988; 145: 1222-1225.
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Angold A, Costello EJ. Depressive
comorbidity in children and adolescents: empirical, theoretical, and
methodological issues. Am.J.Psychiat. 1993; 150:1779-1791.
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of diagnostic comorbidity in a community sample of children aged 9 through 16
years. J.Am.Acad
child Adolesc Psychiat. 1993; 32(2):361-368.
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Lara Tapia
H. Psicopatología en niños con problemas de aprendizaje y conducta. U.A.E.M..
Toluca, Méx. Serie Cuadernos de Investigación Nº 16. 1986.
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1983; 53(2): 262-268.
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