ETIOLOGÍA
DE LA DEPRESIÓN
La depresión es generalmente desencadenada
por sucesos exteriores. Se sabe, sin
embrago, que no existe un factor único responsable de la aparición de la
depresión, sino que la enfermedad es el resultado de la conjunción de varias
causas.
Los factores biológicos.
El enfermo depresivo presenta un
desequilibrio químico a nivel cerebral, particularmente una baja en la eficacia
de algunos neurotransmisores (serotonina, noradrenalina, dopamina). Debido a
que el cerebro es el centro que controla todo el cuerpo, y que es también el
responsable de las emociones, la memoria y el pensamiento, esta perturbación
química lleva progresivamente a un desajuste importante del humor y de las
funciones intelectuales y físicas.
Así pues, la depresión se define como un desequilibrio
en el corazón del sistema cerebral. El funcionamiento de algunos
neurotransmisores, moléculas la información de una neurona a otra, se altera.
Se ha identificado, en el cuadro depresivo, una disfunción en los siguientes
neurotransmisores:
·
La
serotonina, cuya función es regular el sueño, el apetito y el humor;
·
La
norepinefrina (o noradrenalina), que regula también el sueño pero además la
atención;
·
La
dopamina, responsable de la regulación del humor y de la motivación.
Un pequeño desequilibrio en el funcionamiento
de estos neurotransmisores en suficiente para que los síntomas de la depresión
aparezcan. Recientes investigaciones han demostrado que las alteraciones en el
sistema de la neurotransmisión podrían estar en relación con el hipocampo, una
estructura cerebral situada cerca de la corteza, que también está implicada en
la enfermedad maniaco-depresiva.
El desequilibrio hormonal también es un
factor interno que desencadena la depresión, particularmente la depresión post
parto. El nivel insuficiente de occitoxina, hormona secretada por la hipófisis
(glándula endócrina cerebral), liberada durante la lactancia, explica en buena
medida esta forma de depresión.
Por otra parte, el mal funcionamiento del
cortisol aumenta el índice de glucocorticoides, lo que desequilibra y bloquea
los neurotransmisores localizados en el hipocampo; aparecen entonces las
alteraciones del humor.
No hay que olvidar el disfuncionamiento de la
tiroides. Cuando esta glándula, cuyas hormonas juegan un papel muy importante
en las funciones orgánicas, no trabaja a su nivel normal aparece el
hipotiroidismo, que provoca que el organismo se vuelva lento en sus funciones
generales generando cansancio y aumento de peso, condiciones que pueden
contribuir a la aparición de la depresión.
Otro factor de riesgo es la apnea del sueño,
ya que esta condición no permite un descanso profundo, por una mala
respiración, y porque implica un riesgo cardiovascular, lo que desencadena una
alteración en el humor y una alta probabilidad de que la depresión aparezca.
Los factores genéticos.
Las
personas con antecedentes familiares de depresión son más susceptibles de
padecerla que aquéllos que nos los tengan. Numerosas investigaciones han
intentado identificar y aislar el gen de la depresión. Actualmente se cree que
son varios los genes que pueden tener una influencia importante para que la
enfermedad aparezca. De manera general, los genes implicados no necesariamente
provocarían la depresión, pero sí transmitirían la predisposición a la enfermedad.
En
el caso de niños adoptados por padres no depresivos, pero cuyos padres
biológicos sí padecieron la enfermedad (al menos uno de ellos), el riesgo de
sufrir la enfermedad es muy pequeño, pero existe.
Los gemelos idénticos (que poseen
exactamente los mismos genes) las posibilidades de que uno viva una depresión,
si el otro la ha sufrido, aumentan considerablemente.
Los
factores ligados al medio social y familiar.
El
trabajo excesivo, la soledad, situaciones difíciles o traumáticas (problemas
financieros o profesionales) pueden favorecer la aparición de la depresión. Muy
frecuentemente, después de la pérdida de un ser querido, durante un duelo, una
separación, la partida de un hijo del hogar,
conductas depresivas pueden ir apareciendo. Puede presentarse también
por pérdida de autonomía (total o parcial), pérdida de la juventud o de un
estatus social, entre otros.
Se
estima que aproximadamente la mitad de las depresiones en el mundo se deben a
situaciones relacionadas con el estrés; además, varios estudios demuestran que
niños y jóvenes que están sometidos a un estrés fuerte y constante son
susceptibles de convertirse en adultos depresivos. Cuando nos damos cuenta de
los efectos nefastos que provoca la activación
crónica del eje del estrés en la neurogénesis, entonces no es
sorprendente saber que la inhibición de la acción sea capaz de predisponer seriamente
a la depresión.
Los
factores tóxicos.
El
consumo regular de alcohol y otros productos tóxicos puede favorecer la
aparición de la depresión, ya sea en el momento mismo del consumo o durante los
períodos de no consumo.
El
abuso y la dependencia del alcohol y otras drogas pueden ser una consecuencia
del fracaso escolar, de la falta de una red de apoyo familiar, de reglas y de
disciplina en el entorno familiar, y por lo tanto responsables de la aparición
de los primeros síntomas de depresión en la adolescencia.
De
acuerdo con recientes investigaciones, existe una asociación transversal entre
el uso de sustancias y la depresión, aunque no existen suficientes estudios al
respecto
Los
factores psicológicos.
Los
rasgos del carácter y la personalidad tales como falta de confianza en sí mismo,
dependencia excesiva en los demás, del mismo modo, algunas alteraciones psiquiátricas como la
ansiedad crónica pueden ser también responsables de que una persona padezca
depresión. Las personas que sufren
constantes dificultades en sus relaciones tiene problemas de comunicación
corren el riesgo de vivir episodios depresivos; asimismo, la ausencia de una relación sólida, estrecha
y de confianza, ya sea amorosa o de amistad, puede aumentar aún más este riesgo,
ya que la falta de una red de apoyo es indispensable para el equilibrio
emocional de las personas.
EPIDEMIOLOGÍA DE LA
DEPRESIÓN EN MÉXICO
En
nuestro país se han llevado a cabo múltiples investigaciones para detectar la
prevalencia e incidencia de la depresión en la población. Debido a que los trastornos mentales tienen
un fuerte impacto tanto a nivel individual como colectivo, la Secretaría de
Salud Pública de México ha publicado los resultados que dichas investigaciones
han arrojado.
Se
calcula que mas del 20% de la población sufrirá algún trastorno de tipo
afectivo que requiera de algún tratamiento médico o psicológico. El Informe
Mundial sobre la Salud de 2001 indicó que la prevalencia puntual de depresión
en el mundo, tratándose de varones, fue del 1.9% y de 3.2% en las mujeres.
La
depresión no solamente genera discapacidad sino que está íntimamente ligada a
la estigmatización que lleva a la
discriminación de los enfermos y de sus familias. Debido a ello, y con las
evidencias disponibles, se puede afirmar que una escasa proporción de personas
acude a los servicios de salud, en cambio, prefiere solicitar la ayuda de
familiares o amigos cercanos
En
México, los trastornos neuropsiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de
enfermedad, que considera indicadores de muerte prematura y períodos de
incapacidad. De acuerdo con la Secretaría de Salud Pública, cuatro de las diez
enfermedades más discapacitantes son de orden neuropsiquiátrico: esquizofrenia,
depresión, trastorno obsesivo compulsivo y alcoholismo.
Las
diferencias entre hombres y mujeres con relación a la prevalencia de depresión,
de acuerdo con investigaciones llevadas a cabo en 2002 por la Secretaría de
Salud Pública, se mantiene de manera consistente, independientemente de la
edad, aunque se ha observado que aumenta
con la edad en ambos sexos. En el caso de las mujeres, el porcentaje es de
4% en las menores de 40 años y de 9.5%
en aquéllas mayores a los 60 años. Por su parte, los hombres tuvieron una
prevalencia de depresión del 1.6 % entre los menores de 40 años y del 5% en los
adultos mayores de 60 años.
La
prevalencia de depresión en México se ve afectada por el tamaño de la comunidad
en que se vive:
Prevalencia de episodios depresivos en México en personas mayores
de 18 años, según el tamaño de localidad de residencia.
|
Mujeres
|
Hombres
|
Rural*
|
5%
|
3.5%
|
Urbano+
|
6%
|
2.9%
|
Área Metropolitana·
|
5,7%
|
1.9%
|
* menores de 2 500 habitantes
+ entre 2 500 y 100 000 habitantes
· más de 100 000 habitantes
Prevalencia de depresión según la entidad federativa de l país.
Entidad
Federativa
|
Mujeres
|
Hombres
|
|
Jalisco
|
8.2%
|
5%
|
|
Veracruz
|
|
4,6%
|
|
Tabasco
|
|
4.5%
|
|
Nayarit
|
|
Menos de 1%
|
|
Nuevo León
|
|
Menos de 1%
|
|
Hidalgo
|
9.9%
|
|
|
Sonora
|
2.8%
|
|
|
Campeche
|
2.9%
|
|
|
Estado de México
|
8.1%
|
|
Se
observó también que conforme se aumenta el nivel de escolaridad, disminuye la
prevalencia de depresión. Para ambos sexos los resultados fueron los
siguientes: entre las personas sin educación formal, la prevalencia fue
del 8%, y disminuyo hasta el 2.1% entre
aquellas personas con educación superior o mayor.
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